Crees que no gustas a nadie,
pero tampoco a nadie le gusta el café amargo
y yo creo que es perfecto.
Para gusto los colores
o la ausencia de ellos,
y las sombras que ocultan los tuyos
son especialmente preciosas
cuando sonríes
y consigues que una luz las atraviese,
como un rayo de sol lejano
que alcanza el suelo
en un día nublado.
Todo el mundo tiene algo mágico por lo que merece la pena dejar pasar los minutos a su lado. Eso es gustar. Eso son los verdaderos rayos de sol.
ResponderEliminarPrecioso.
Me quedo :)
Un besito
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarNo puedo estar más de acuerdo.
EliminarUn placer enorme que me leas❤